La segunda ventura de Román Calamonte by José Rodríguez Chaves

autor:José Rodríguez Chaves [José Rodríguez Chaves]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: F
editor: SAGA Egmont
publicado: 2022-02-02T00:00:00+00:00

“Quemadero. —Paraje destinado, en otro tiempo, para quemar a los sentenciados o condenados a la pena de fuego. / Paraje destinado a la quema de animales muertos o comestibles averiados”, define el diccionario académico, reflexionó Román, diciéndose: el diccionario habrá de incorporar a su acervo el vocablo drogadero, con esta definición: “Lugar donde jóvenes de uno y otro sexo se reúnen para drogarse”, o sea, lugar donde queman su vida en cuatro días. En efecto, continuaba reflexionando Román, son esos lugares adonde van los drogadictos a dejarse las fuerzas y la vida a chorros. Y los hay hoy día en España así en las ciudades populosas y en las grandes poblaciones, como en los pueblos pequeños: en todas partes...

Hay mucho traficante de droga, los cuales se están enriqueciendo criminalmente a costa de tanto dolor, de tanto luto y de tantas lágrimas... Pero los traficantes no entienden de estas cosas. Hay traficantes de poca monta y traficantes de alto coturno, por así decirlo. Criminales todo, cada cual en su grado y medida.

Estas reflexiones se las trajo a Román una casa de campo abandonada, a medio derrumbar, con que se topó en un viaje a Extremadura, convertida en drogadero.

Estaba la casa en un paraje donde había también una alberca con agua estancada en cuya superficie emergían jeringuillas de plástico y fundas de jeringuillas de lo mismo. Todo el paraje aparecía prácticamente cubierto de jeringuillas con su aguja, algunas de ellas manchadas de sangre, y de fundas de jeringuillas y de sus envoltorios. Y se veían asimismo por todo el recinto, aquí y allá, frasquitos de suero vacíos. El paraje parecía haber sido una huerta.

Román observó que las fundas y los envoltorios llevaban la leyenda:

“Consejería de Bienestar Social.

Junta de Extremadura”.

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